Pablito acaba de cumplir seis años y su papá prometió comprarle un Transformer. Hoy es el día y juntos van a la juguetería a ver qué pueden encontrar a buen precio. Cuando Pablito entra a la tienda, sus grandes ojos negros buscan los estantes en donde están los Tansformers. Pablito sonríe, sabe que no le comprarán el autobot más caro, pero verlo en la tienda es gratis. Empieza a imaginar cómo será en la noche, cuando los juguetes cobran vida.
Se imagina a Optimus Prime comandando a los autobots en una guerra en contra de los decepticons. Los GI Joe, que están a la par, no se quedarán afuera y también defenderán a la Tierra. Los dinosaurios al escuchar el ruido se acercarán y Optimus y sus amigos los tendrán que defender de los decepticons. Megatron, el líder de los decepticons, quiere destruirlo todo, pero los autobots lucharán para mantener la paz de los demás juguetes.
Los más tontos son los peluches y las muñecas de Hannah Montana porque no le atinan a nada. Se esconden detrás de los estantes y mueren del miedo. La guerra poco a poco se pone más emocionante, disparos y luchas, todos los transformers cambiando a autos y aviones. A Bumblebee le pegan un disparo y cae, pero viene el autobot de ambulancia y lo cura. Los decepticons amenazan con tomar toda la juguetería, después el comercial, y después el mundo.
—Pablito, vení pues, vamos a ver el juguete de tu hermana Dani —dice el papá, al ver a Pablito callado e inmóvil frente a los estantes con los transformers.
—No papi, yo me quedo aquí, andá vos y después venís por mí. Quiero ver todos los transformers.
Cuando su papá deja el corredor, empieza de nuevo la guerra en contra de los decepticons. Starscream ha herido a varios autobots y al tiranosaurio rex. Es una lástima que Starscream sea un decepticon, porque es un robot bien chilero. Ironhide es el que se encarga de sacar de combate a Starscream, pero no por mucho tiempo, porque pronto será reparado.
Mientras tanto, en el estante de las barbies, todo es un relajo con griterío. Las muñecas no pueden creer lo que pasa y discuten entre ellas sobre qué van a hacer si los decepticos toman la juguetería. Uno de los Ken les dice que seguro ganarán los autobots, que siempre ganan los buenos. Las barbies lo abrazan para sentirse protegidas.
Optimus Prime les dice a los autobots que deben respetar a las instalaciones y creaciones de los humanos, que a los peluches no deben herirlos aunque se pongan del lado de los decepticos, porque seguro lo hacen por miedo. Uno de los GI Joe propone a los autobots que le tiendan una emboscada a Megatron. Para eso necesitan que un minibot con explosivos llegue hasta el cuartel decepticon y vuele todo y se deshaga de esos robots malignos.
Los decepticons en su invasión han logrado tomar los estantes con los muñecos de bebé y el área de las barbies. Están a punto de tomar también el área de los legos y los juegos de mesa. Pronto tendrán también bajo su dominio el área de deportes y los carritos. Avanzan rápidamente en su conquista.
Sentado en la orilla del estante Optimus planea el ataque definitivo. Está de acuerdo con el muñeco de GI Joe en que deben mandar a un minibot con los explosivos, pero también deben recuperar el control de los estantes que han tomado los decepticons. Para ello se envía a Ironhide, Bumblebee y Ratchet, que junto a los soldaditos de plástico recuperarán el control de los estantes de las barbies y los legos, en primer lugar.
—Bueno Pablito, y al fin ¿qué transformer te vas a llevar? —pregunta el papá al regresar de escoger el juguete de la Dani.
—Bumblebee papa. Ese quiero —responde Pablito, contento.
—Miremos uno barato. Este no, muy caro.
—Pero ése si se transforma papa, comprámelo.
—No, debe haber otro que se transforme y sea más barato. No tengo mucho dinero.
Mientras papá sigue mirando los precios, Pablito se imagina la escena final. El minibot llegará hasta el cuartel de los decepticons con la carga de dinamita que le pusieron los GI Joe y estallará y volará todo en mil pedazos. Ratchet distraerá a los centinelas de los decepticons. Mientras tanto, ya con el control de los estantes de las barbies y los legos, Ironhide y Bumblebee cubrirán terreno para que no escapen los autobots.
Pero sin que nadie lo pueda prever, el minibot es interceptado por un decepticon. Optimus al enterarse ordena que todos los autobots ataquen el cuartel general de los decepticons, es hora de ganar la guerra. Después de varios minutos, y una fuerte lucha contra Megatron, Optimus Prime sale triunfante. Todos los juguetes celebran y se arma una gran fiesta. Pablito aplaude contento.
—Bueno, ¿y vos por qué aplaudís?
—Por nada papi, sólo porque me vas a comprar mi Bumblebee.
Papá toma de la mano a Pablito y se alejan del estante. Pablito voltea a ver desde la caja de la tienda y le parece ver que Optimus Prime se mueve.
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